Capítulo 50 ~ "Una noche sin ti"

Capítulo 50 ~ "Una noche sin ti"

Los nervios de Liv, al oír esa voz, por poco colapsan otra vez. Pero pensando, en su bebé, sabía que si pasaba eso, podría perjudicarlo. Por lo que contuvo la calma. Lo que sea que esa mujer quisiese, no lo conseguiría.

-        ¿Qué quieres?

-        Siento que tienes mucha tranquilidad. ¿Estás tranquila? Claro… Olvidaba los riesgos que corriste los otros días con ese bastardo.- Le contestó, en todo irónico.

-        Mi hijo, no es un bastardo.

-        ¡Ay, Olivia! Que ingenua eres. Pensándolo bien, me causa emoción tu pensamiento. Estás conviviendo con un hombre casado. ¡Casado! Que pasó toda su vida su esposa. Cinco hermosos hijos tuvieron. De pronto, él decide dejar todo por ti.- La mujer comienza a reírse.- ¿Por ti? La culpa invadió a Elliot desde el momento que se enteró de la existencia de esa cosa. Culpa. Que bella palabra. Dejar embarazada a una compañera es algo muy complicado. ¿Acaso crees que está hermosa historia de amor, durará lo suficiente? ¿Crees que no te dejará como lo hizo con su esposa? ¿Crees que no te abandonará por una mujer que sí valga la pena?

-        Elliot me ama.- Contestó Liv, dejando caer un par de lágrimas, pero conservando la calma y la paz.

-        A ver… Tú dices que te ama. Por favor, dime si crees que cuando pierdas a este “intento de ser humano” él va a quedarse contigo. Tú estarás demasiado triste. Él necesitará sexo y cariño. Pero tú no se lo podrás dar. Tu hijo muerto vagará por tus pensamientos a cada segundo. Él no lo tolerará. Volverá con su esposa o buscará a otra mujer.

-        Mi hijo está vivo, no lograrás lo que quieres…

-        Olivia, yo solamente te cuento todo esto, para ayudarte. No quiero que cuando ocurra, sientas que no fuiste advertida.

-        Yo no sé qué ganas con todo esto… Pero…- La mujer la interrumpe.

-        Una última cosa quería decirte. Tú me dices que Elliot te ama. Voy a hacer un esfuerzo muy grande por creerte. Pero creo que perderás esta apuesta. Espéralo esta noche, pero llegará tarde. ¿Escusas? Las mismas que le daba a su esposa: Había un caso muy difícil y tuve que quedarme a resolverlo. Mañana pasará lo mismo. Espéralo, ya verás que yo tenía razón. Adiós, Olivia.

Mientras tanto en la Unidad…

Elliot, Alex y Casey estaban comiendo y pensando cómo resolver el caso. Pero parecía un callejón sin salida. La noche se acercaba y todavía no tenían pruebas suficientes, ni testigos confiables, para el juicio. Kirstie llegó un ratito después. Tanto trabajo y preocupación los tenía abrumados.

-        Estamos demasiado encerrados aquí, ¿Por qué no vamos a tomar algo a un bar y continuamos allá?- Dice Kirstie.

-        Tienes razón, cariño. Vamos- Contestó Alex.

Los cuatro se marcharon a un bar de policias que quedaba a dos calles de allí. Las horas pasaron entre risas, charlas y pistas para resolver el caso. La noche asomó y pasó como ráfaga de una próxima tormenta. Mientras tanto, Liv esperaba a Elliot despierta. Con muchas ansias, quería probarle a esa misteriosa mujer, que él le era fiel y no haría lo que ella dijo. Pero la noche pasó. Elliot no volvió ni llamó. Liv mantuvo la calma, aunque a sí mismo, estaba angustiada. Alrededor de la siete de la mañana, logró dormirse. Como Lizzie tenía que ir al colegio a inscribirse para comenzar el año escolar, en un mes, le preparó un tazón de cereal y una vaso de jugo. Se los dejó al lado de la cama. También el teléfono, el control de la televisión y un los papeles que le había dado Elliot sobre los cosas. Sabía que iba a volver tarde, por eso, dejó todo a su alcance.

Casey se fue a su casa a dormir. Alex, Kirstie y Elliot volvieron a la Unidad. Allí, junto a Rollins, Munch y Fin, retomaron el caso. Seguían en ese callejón sin salida y faltaban cada vez menos horas para el juicio. Ell estaba tan concentrado, que olvido por completo llamar a Liv y disculparse por no haber ido a dormir. Continuaron hasta la hora del almuerzo, cuando quedaron solamente Rollins, Munch y Elliot trabajando. Kirstie se fue a su casa y Alex al juzgado.

En la casa de Liv, mientras ella continuaba volando entre sueños, el teléfono sonó. Su corazón se precipitó terriblemente. Sabía que era ella y que no tenía respuestas. Le había ganado. Y temía que este juego en el que se había metido, empeorase, por esta pérdida.

-   ¡Benson!

-   Hola, Olivia…

Continuará mañana (: 

Amandittaa♥